Entrevista Fernando Botella, sólo para usuarios Buscador
La meditación es una práctica milenaria arraigada en diversas culturas, que ha ganado reconocimiento como una herramienta efectiva para el autoconocimiento y la gestión de la salud mental, con el respaldo de descubrimientos en el campo de la neurociencia. Más allá de su valor espiritual, esta disciplina se ha destacado como un remedio contra el estrés y la ansiedad, al promover un bienestar integral al reconectar al individuo con el presente y reducir los niveles de cortisol en el cuerpo.
Desde una perspectiva científica, investigaciones en neurociencia han evidenciado que la práctica meditativa incrementa la cantidad de “materia gris” en diversas regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y la regulación del estrés, demostrando así que sus beneficios son tangibles y mensurables. Contrario a la noción de que meditar implica vaciar la mente, cultivar un estado de conciencia tranquila y atenta hacia el flujo de pensamientos y emociones puede permitir a las personas comprender y enfrentar sus desafíos internos, desvelando las raíces de su sufrimiento. Esto, a mi parecer, es transformador.
A pesar de su potencial indiscutible, iniciar y sostener una práctica meditativa puede ser desafiante en una sociedad que prioriza la estimulación constante. Sin embargo, dedicar unos minutos al día a sentarse en calma puede brindar serenidad y equilibrio en medio de las exigencias y el bullicio cotidiano.
Aun así, la meditación ha demostrado ser una herramienta transformadora accesible a personas de todos los orígenes, según sugieren expertos y numerosos estudios de caso. No obstante, no está exenta de críticas, especialmente en lo que respecta a su creciente comercialización. Es crucial mantener un enfoque crítico, incluso hacia prácticas culturalmente arraigadas.
En resumen, la meditación ofrece un camino hacia el bienestar y el autoconocimiento. Puede ser la solución al estrés que muchos buscan, pero también representa una vía más profunda hacia el entendimiento de uno mismo y nuestra conexión con el mundo.
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Despierta
Wake up!
Magnifica entrevista. Gustavo Díez excelso en las explicaciones aportadas, una gran templanza para dar respuestas que lleguen a todos, gracias por esto. Conecto con Alex en la paz que me produce el “darme cuenta” que no soy ls mente ni los pensamientos, el poder dar un alto, un paso atrás y Atender ese dialogo interno para discernir y elegir lo ético es realmente maravilloso.
Gracias Alex y equipo
Quiero añadir una idea que me ha surgido tras reflexionar sobre lo escuchado. No se el para qué, pèrop siento tener que exponerlo.
“Sobre el tema de crear nuevas vias neuronales” lo he vivenciado personalmente pues tengo lesión cerebral debido a un politraumatismo craneoencefálico relacionado a través de un accidente sufrido el 2016 el cual desde ese momento experimento discapacidad (lesión medular, lesión del SNC)). De una formas causal, en el proceso de recuperación, conocí a un doctor francés (Jacques Guajacs) que tenía consulta en la provincia de Girona y el cual me ayudaba para recolocar los huesos del cráneo a traves de la dentadura. Éste, al ver que tras meses no lograba el resultado adecuado y al interesarse y preguntar para conocer la historia del accidente, me explicó que trabajaba conjuntamente con el equipo médico del Centro Aeroespacial de Toulouse, Francia; que estaban buscando a 20 sujetos del mundo con patologias llamemosle “extrañas” para aportarles ayuda. Así pues me propuso mostrarles el dosier médico, si le daba permiso, lo cual accedí. Aceptaron el caso y permanecí 2 años con su ayuda, acudiendo a su consulta semanalmente (no viajaba a Toulouse sino a la casa de Gaujac para evitarme malestar físico).
Durante el proceso de trabajo recuperatorio, entre otros, se me ayudaba a reconstruir nuevas vías neuronales para “reaprender a hacer las cosas de otro modo” y lograr tener un minimo de autónomía. Fueron una gran aportación para mí, pues se logrño más de lo esperado.
En ese proceso se me pidió (hacer cosas totalmente disferentes a lo que estaba acostumbrado a hacer. En el instante del accidente realizaba el rol de preparador físico, y a la vez, participaba en competiciones, invertí 30 años como deportista y 13 de ellos, a la vez, como preparador fisico en un centro que creé el año 2003).
Me sugirieron meditar, sinceramente en aquella época era totalmente esceptico, no creía en nada que no fuera cientificamente probado y que además no lo hubiera puesto a prueba en mí mismo “para conocer el resultado y asi transmitir lo aprendido”. No les hice mucho caso, y la causalidad hizo presencia con una sorpresiva visita de un anttiguo alumno quien me vino a visitar a casa, el cual tenía experiencia en meditación.
Tras hablar con él, decidí iniciar la practica meditativa (allá por el año 2018 aproxi. pues no recuerdo bien, tengo ciertos lapsus de memoria, amnesia, una de las secuelas que me acompañan hoy dia XD).
Medito practicamente todos los dias, inviereto 1h o 45 minutos. Sin embargo, además, duranter la jornada me presto atención. Presto atención al diálogo interno, no negándolo, observo al sujeto/interprete, alias (ego), que no cesa con el ruido interno y ltras observarlo le hablo amablemente para sosegarlo; para mi funciona.
Por otro lado, meditar lo realizo allá donde esté, sea en casa en silencio, en un parque donde juegan los críos, o inclñuso sentado en la terraza de un bar, cualquier instante es perfecto, cuando estoy fuera de casa, no preciso cerra los ojos, tan solo permanecer Atento, acepto cuanto surge, me permito sentir.
Sentir… De eso sí tengo expoeriencia, diría que realizo un master día a día. A través los estudios cpon el Centrro Aeroespacial, dieron con la conclusión que experimento hipersensibilidad a toda energía existente. Esto es largo a explicar y ya me extendí más de lo que pensé inicialmente jajaja. La vida es maravillosa, todo es perfecto tal como esta siendo, y cada cual transitamos este camino a un ritmo. En mí, aprendi a desacelerar, conocer y permanecer en tiempos lentos, sentir, no tratar de comprender el por qué me sucede lo que suceda, sino aprender a sostenerlo, aceptarlo y dejarlo ir, fluir, pues todo estña en un constante movimiento.
Gracias por esto.